Me he topado por casualidad con una representación de la imagen de la Inmaculada de Alonso Cano, el genial artista barroco, que se conserva en la catedral de Granada. Este tesoro rodeado de tesoros es una talla de unos 50 cm de altura realizada inicialmente para el facistol de la catedral, que hoy preside la sacristía.
Como si fuera un clic de ratón, me han venido a la cabeza unas palabras sobre la madera que leí el otro día en uno de los ensayos recogidos en Los países de colores. El ensayo en cuestión está dedicado a la caja de pinturas y es, cómo no, una variación sobre uno de los temas que fascinan a GK, la posibilidad de creación, la creatividad que tenemos los seres humanos. Volvamos a la madera:
«Es la más fascinante y las más simbólica de las sustancias, ya que tiene la dureza esencial justa para resistirse al aficionado y la maleabilidad necesaria para convertirse en un instrumento musical en manos de un experto. Trabajar la madera es el ejemplo supremo de creación; la creación en un material que se resiste lo justo pero ni un ápice de más. No resulta por tanto de extrañar que el mejor en tomar forma de hombre fuera carpintero».
En una cuna de madera me pusieron cuando llegamos al mundo y en un cajón de madera me meterán cuando lo dejemos. Sobre una mesa de madera nos alimentamos y en una cama de madera descansamos.Un caballito de madera fue nuestro primer juego, un bastón de madera servirá para apoyarnos en nuestros últimos días. Sobre una mesa de madera escribo estas lineas y probablemente sobre lo mismo, alguno las lea. Oda a la madera.