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Una carta del joven Chesterton, enamorado

Al fin he podido conseguir el primero de los volúmenes que Maisie Ward escribió sobre Chesterton. Maisie Ward (1889-1975) fue editora de algunas de sus obras y escribió la primera gran biografía, de la que son deudores todos los trabajos posteriores, con gran cantidad de fuentes primarias, muchas no disponibles de otra manera. Fue publicada en Buenos Aires en castellano en 1947, pero la versión original puede encontrarse en el Project Gutenberg. Como amiga personal de GK y su mujer, y de muchos de sus colegas, Ward pudo tener acceso a gran cantidad de fuentes, especialmente cartas, que nos muestran otra cara de Chesterton. Otra faceta, pero lógicamente, no muy distinta de las que ya conocemos.

Los jóvenes Gilbert y Frances

Los jóvenes Gilbert y Frances

Así que el mejor homenaje a esta obra va a ser la publicación de una carta del propio GK. Y como últimamente tenemos un tono demasiado serio, vamos a mostrar al más genuino Chesterton desde muy joven (1896). Es una misiva -sin fecha, como solía hacer GK- en la que cuenta a la novia de su amigo Waldo d’Avigdor, que está enamorado de Frances Blogg:

Querida Mildred:
Al levantarme esta mañana, lavé cuidadosamente mis botas con agua caliente y embetuné mi cara. Luego, poniéndome el chaqué con grácil facilidad y los faldones delante, bajé a desayunarme y alegremente vertí el café sobre las sardinas y puse el sombrero a cocer en el fuego. Estas actividades le darán una idea de mi estado de ánimo. Mi familia, viéndome salir de la casa por la chimenea y llevarme la rejilla del guardafuegos bajo el brazo, pensaron que alguna cosa preocupaba mi espíritu. Y era cierto.
Amiga mía, estoy comprometido. Sólo lo digo ahora a mis verdaderos amigos, pero no cabe duda de ello. La pregunta que surge en seguida es ¿con quién estoy comprometido? He estudiado el problema con gran atención y, por lo que puedo ver, las mejores autoridades indican a Frances Blogg. No creo que exista ninguna duda razonable de que ella es la dama. Es mejor tener ideas claras sobre estas cuestiones secundarias.
Soy demasiado feliz para escribir mucho, pero creí que quizá, recordase usted mi existencia lo bastante para interesarse en el incidente.
Waldo me ha ayudado tanto en esto y en todo, y estoy tan interesado en usted por amor de los dos, que me siento alentado a esperar que subsista nuestra amistad. Si alguna vez he cometido alguna descortesía o necedad, fue por inadvertencia. Siempre deseé complacerla (G.K. Chesterton, por Maisie Ward, p.83-4).

Versos de Chesterton para el Día de los Enamorados

Eestrellas para Nocturno

No sé desde cuándo San Valentín es el patrón de los enamorados. Pero si aún no tuviéramos un personaje que simbolizase el amor entre un hombre y una mujer, tendríamos que proclamar a Chesterton, que desde siempre estuvo maravillosamente enamorado de Frances, a la que dedicó esta poesía: 

NOCTURNO
LAS estrellas, ¡millones de ellas!, brillan
y nadie más que Dios sabe su número.
Pero una sola, ¡ella!, fue escogida
aun antes de nacer para mí sólo.
Cómo puede encontrar alguien su amor
y no volverse loco?

AT NIGHT
HOW many millions stars there be,
That only God hath numbered;
But this one only chosen for me
In time before her face was fled.
Shall not one mortal man alive
Hold up his head?

Los versos están tomados de Lepanto (Renacimiento, 2003, pp.62-3), y la traducción es de Enrique García-Máiquez.

Chesterton: ‘A la mujer que amo’

El reciente aniversario de bodas de una familia a la que tengo muchísimo cariño, es la ocasión de reproducir un poema que Chesterton dedicó a la que sería su mujer, Frances Blogg. Lo cuenta Pearce, en su biografía sobre GK (p.60): los presentó Lucien Oldershaw, amigo de GK, que cortejaba a la hermana de Frances, un día de otoño de 1896. GK tenía 24 años. Según Pearce, lo escribió la misma noche que la conoció, como consecuencia de lo que fue un amor a primera vista, que duraría toda su vida. Aunque he buscado la versión original, no la he encontrado. Ofrezco la versión de Álvaro de Silva, p.116.

Los versos de GK necesitan tener al lado el original, para poder ver la fuerza del ritmo y la sonoridad de la rima. Pero el amor que expresan se entiende en cualquier lengua:

Con qué esmero te hizo Dios:
apartó para ti una estrella,
la tiñó de verde con campos de oro
y le puso el sol como aureola;
la llenó de reyes, pueblos, naciones,
y te hizo a ti, con mucho esmero.
Toda la naturaleza es el cuaderno de Dios,
sus toscos bosquejos para ti.

Con qué poder te hizo Dios, mi amor:
sacó sus manos de su descanso
y encendió la estrella de oriente y poniente
calentando en la oscuridad una paloma.
Con qué poder te hizo Dios, mi amor.

Con qué paciencia te hizo Dios, mi tesoro:
de entre todas las estrellas escogió una estrella
la pintó de rojo con la puesta de sol
y verde con saludos para tus pies.
Con qué paciencia te hizo Dios, mi tesoro.

Recorriendo la red se encuentran tesoros

Internet es el paraíso para los chestertonianos, antes o después, acabas por toparte con un texto que merece la pena leerlo de cabo a rabo. Ésta es una entrada del blog de Enrique García-Máiquez, poeta y gran admirador de GK. Si de alguien pudiera decirse que es discípulo de GK, podría aplicarse a él: escribe con soltura, gracia y agudeza, y sobre todo, siempre manda la sanity, la cordura, y la alegría de vivir en todo lo que dice. Vale la pena seguirlo.

La entrada comenta un prólogo a un libro de GK, pero habla sobre todo de las diversas etapas de la vida de nuestro protagonista, a partir de un inexacto comentario del prologista sobre Frances Blog. Si no fuera porque habla de él mismo, pienso que a GK le habría encantado esta historia.

Es también una entrada paradigmática de blog, y de cómo hacer que un tema suscite comentarios interesantes, hasta de personas muy conocidas en el ámbito de la cultura. Enhorabuena.

Bueno, os dejo con García-Máiquez.

El nombre del Chestertonblog

GK estaba casado con Frances Blog, que era escritora ocasional y algún día publicaremos algo suyo, aparecido en la revista GK Weekly.

Pues bien, acabo de darme cuenta de la casualidad de abrir un blog sobre alguien que está casado con una Blog. De hecho, el nombre que hemos dado al blog -chestertonblog- hace precisamente la combinación que hubieran tenido en España los hijos que nunca tuvieron GK y Frances.

Sin embargo, los que queremos a Chesterton somos de alguna manera  hijos suyos, de los dos, puesto que Frances era una fuente de inspiración para GK. No en el sentido de musa, sino en el de formar parte del milagro de la vida cotidiana, ése que hacía a GK que se llenara de admiración y alegría a cada momento.

GK y Frances Blog