Archivo mensual: agosto 2013

Chesterton y los colores

Hay un relato de G.K. que se llama Los países de colores, publicado póstumamente, y bellamente editado en España por Valdemar (donde además se puede ver en pdf un relato ilustrado), y que contiene, además de varios relatos y muchas poesías, una multitud de dibujos del propio GK. Para sus amigos, este libro es una joyita, pues nos permite introducirnos en el mundo desconocido de aquella faceta, la pintura, que inicialmente le atrajo y de la que nunca podría desembarazarse del todo: basta pensar en los inicios de El hombre que fue jueves, donde el color rojo lo impregna todo, desde el atardecer hasta el nombre del barrio donde se desarrolla la escena, Saffron Park.

Los colores simbolizan para G.K. la realidad, los utiliza para expresar la capacidad creativa de los seres humanos, tal como dice en Ortodoxia (“Dios no nos ha dado los colores en el lienzo, sino en la paleta”, cap.7). Y somos los seres humanos los que los utilizamos para construir nuestro mundo, colectiva e individualmente.

A G.K. le gustaban los colores y por eso hemos querido que el fondo de la foto de portada de este blog dedicado a él esté lleno de colores, sobre todo de colores cálidos, que parecían ser sus preferidos. Aunque él había descubierto muchas cosas sobre ellos: “En cuanto al rojo, ya había descubierto su secreto. Si quieres aprovecharlo al máximo has de utilizar muy poco” (Los países de colores).

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El hombre eterno, de Chesterton

La entrada de hoy está dedicada a El hombre eterno, uno de los libros más importantes de GK. En concreto estoy analizando el capítulo ‘La huida del paganismo’, en el que argumenta por qué el mundo occidental dejó de ser pagano.

Es comprensible que la gente quiera citar a Chesterton, porque sus frases son magníficas: todas las características del paganismo eran ‘demasiado viejas para morir’, aunque condujeran a la nada. Y de hecho, vuelven a resurgir. Pero lo hacen de otra manera. El paganismo de hoy -imbuido de cientifismo y materialismo- tiene muchas características del cristianismo. Pero hay una que GK se detiene a considerar: el afán militante. Ninguna filosofía ni religión del mundo antiguo u oriental han considerado la necesidad de unir las creencias filosóficas con las mitológicas, como tampoco se trataba de unir las creencias con la vida. Sin embargo, la Iglesia lo hizo, porque estaba convencida de tener la verdad y se convirtió en una Iglesia militante. Y el Islam, que imita a la Iglesia en algunas cuestiones, tomó esta parte y la exageró al máximo. Lo mismo hacen hoy los laicistas cuando quieren retirar la práctica religiosa al ámbito exclusivamente privado.

El nombre del Chestertonblog

GK estaba casado con Frances Blog, que era escritora ocasional y algún día publicaremos algo suyo, aparecido en la revista GK Weekly.

Pues bien, acabo de darme cuenta de la casualidad de abrir un blog sobre alguien que está casado con una Blog. De hecho, el nombre que hemos dado al blog -chestertonblog- hace precisamente la combinación que hubieran tenido en España los hijos que nunca tuvieron GK y Frances.

Sin embargo, los que queremos a Chesterton somos de alguna manera  hijos suyos, de los dos, puesto que Frances era una fuente de inspiración para GK. No en el sentido de musa, sino en el de formar parte del milagro de la vida cotidiana, ése que hacía a GK que se llenara de admiración y alegría a cada momento.

GK y Frances Blog

Imagen

Las dimensiones de un gigante bueno

Chesterton es un gigante de nuestro tiempo. Desde luego, físicamente lo fue, porque medía 1,93 y pesaba 130 kilos. Es muy conocida la anécdota que le sucedió en EEUU, cuando cedió su asiento en un autobús, y en el espacio que ocupaba se sentaron tres señoras.

Sobre todo fue un gigante por su capacidad de pensar y argumentar, de crear y de observar; de hablar y de escuchar, de escribir y desarrollar sus ideas: su obra queda ante nuestros ojos como las pisadas de un gigante en la tierra, que uno contempla con asombro y se admira de que pueda existir semejante criatura. A su lado, siempre seremos como niños pequeños, con los que tanto disfrutaba. Por todo eso, esta foto es, sin duda, una de mis favoritas

Las dimensiones de un gigante bueno

Por qué abro un blog

Ha llegado el momento de lanzarse a la acción, y estos meses de relativa tranquilidad han sido el trampolín que me ha lanzado a decidirme.

Si esta entrada funciona bien, seguiré añadiendo otras entradas