Los textos a los que nos referimos -escritos en inglés y español – son de un poema de G. K. Chesterton, llamado «At night» ( «Por la noche»). Pertenece este título a la antología poética «El gran mínimo», de poemas de Chesterton. Selección, traducción y prólogo de Miguel Salas Díaz. Ed. El salto de página. 2014.
How many million stars there be,
That only God hat nombered;
But this one only chosen for me
In time before her face was fled.
Shall not one mortal man alive
Hold up his head?
( Por la noche
Cuántos millones de estrellas habrá / que sólo Dios ha contado;/ pero esta fue elegida nada más para mí / antes de que su luz emprendiera el viaje. / ¿ Cómo no ha de sentirse especial / este hombre mortal, pero vivo.
Este es un poema de alabanza. Es como un salmo en el que se expresa el gozo ante la obra de Dios Creador. En clave metafórica (estrellas=almas) y con un alto valor polisémico del verbo contar (hacer, elegir, crear ), Chesterton abre su canto perplejo ante la existencia del alma y su creación.
Así la exaltación devenida del misterio -misticismo-, supone, para la mente humana, una gran complejidad para comprender que cada alma ha sido creada para cada hombre, desde el principio del principio: In principium erat Deus.
Atisbada por la razón y aprehendida por la fe, el sujeto poético entra en el gozo del hombre, hijo de Dios, y elegido para la gloria. De esta manera se deshace el aparente sinsentido de la antinomia » este hombre mortal, pero vivo. ¿En qué sentido? De un modo especial: eternamente.