Archivo mensual: febrero 2015

Chesterton… incluso en la homilía de despedida de Juan Carlos

Para los que no habéis podido participar al funeral de nuestro querido amigo hemos pensado publicar la homilía dada en este momento. Esta decisión no se basa en una elección pietista, sino es una prueba de que su amor por Chesterton fue tan conocido, que incluso el sacerdote en su despedida final, delante de todos sus familiares y amigos allí reunidos, hizo varias referencias al autor brítanico y a Juan Carlos.

HOMILÍA:

La vida de los que en ti creemos, no termina, se transforma. Esto es lo que creía Juan Carlos: con esta paradoja chestertoniana podría decir que la muerte es vida, para los cristianos.

Conocí a Juan Carlos en el Club Montañero de Estudiantes de Granada, cuando él era alumno de los agustinos, y yo estudiante de Filosofía y Letras. Lo recuerdo de aquella época como un chico discreto y responsable. Su hija Irene me recuerda mucho a su padre en esa forma de ser. Otra cosa que noté, que quería mucho a su hermano, y a sus dos hermanas. Era muy padrazo, ya entonces. Luego lo traté como profesor de colegio Mulhacén, donde acudía en moto, cosa poco usual en esa época. Era un profesor muy creativo. Sus clases eran una delicia, según decían sus alumnos. Se veía que disfrutaba con todo lo que hacía, y transmitía esa alegría a su alrededor. Esto lo han heredado sus hijas Violeta y Cristina. Además de su afición a la lectura.

Con el paso del tiempo, ya profesor titular de sociología en la Universidad de Granada, con frecuencia me lo encontraba en charlas, y coloquios con todo tipo de personas. También entre los sacerdotes. No era raro que algún martes del mes, a la hora de comer, se reuniera con nosotros y en la tertulia nos diera su visión sobre alguna película, porque era muy aficionado al buen cine, y tenía una conversación culta y amena. Incluso un día nos enseñó varios anuncios de televisión, y nos los puso de ejemplo para que aprendiéramos a atraer la atención de los feligreses durante las homilías.

Ya se ve que aprovechaba el tiempo… Ya de por si era muy trabajador, como lo puede atestiguar, Juanita, su madre, porque ha salido a ella.

Pero este espíritu de laboriosidad fue creciendo con el tiempo, y dándole un sentido sobrenatural, porque Juan Carlos era miembro Supernumerario del Opus Dei. También le ayudaron los escritos de san Josemaría el amor a la libertad, y en concreto a educar en la libertad: ahí están sus cinco hijos que lo demuestran.

Además era un hombre de muchos amigos. Porque era muy cariñoso y dialogante, tenía amigos de todas las formas de pensar. Juan Carlos era -¡es!- muy abierto, disfrutaba organizando reuniones para hablar de lo divino y lo humano. Jesucristo estaba siempre presente, como lo estará ahora entre nosotros. Destacaría también que ha sido un hombre que ha vivido con coherencia en todos los ambientes, especialmente el profesional, manifestando su fe sin complejos, con valentía, pero con un gran respeto a las personas.

Tenía una pasión: hacer presente a Jesucristo en su profesión, con altura de miras, realizando su trabajo, escribiendo, publicando…

De Jesús se decía que «pasó haciendo el bien». Esto se tendría que afirmar de cualquier cristiano que vive su fe. Juan Carlos tomo de nuestro Señor este rasgo, porque en su vida ha sembrado mucho cariño: buscaba el lado positivo de las personas, las quería de verdad.

Ha querido mucho, y por eso ahora tenemos el deseo de manifestarle nuestro agradecimiento rezando por él, en esta celebración.

En la última etapa de su vida, ha sido ejemplar en su enfermedad, ofreciendo a Dios sus molestias. Desde luego ha rezado pidiendo su curación, especialmente, recurriendo a la intercesión del beato Álvaro del Portillo a quién tenía gran devoción, pero a su vez aceptando siempre la Voluntad de Dios. Por eso irradiaba paz. Mucha gente ha comentado, familiares, amigos, personal del hospital, que al pasar con él un rato salías fortalecido, con optimismo… Más que hacerle un favor a él visitándole para animarle, eran ellos los que salían animados…

Muchos pensamos y así lo hemos comentado, que el milagro que pedíamos para su curación, el Señor lo ha cambiado por hacer un milagro a través de Juan Carlos, por el ejemplo cristiano que nos ha dado.

Nunca pensé en que celebraría su funeral, me siento -salvando las distancias- como Ronald Knox cuando predicaba la oración fúnebre de Chesterton en Westminster. En aquella ocasión Ronald decía de su amigo Chesterton que «tenía ojos de artista para encontrar nuevos valores en las cosas más familiares… Pienso que su mejor cualidad era el don de iluminar lo ordinario y descubrir en todo lo trivial una cierta eternidad» Y terminaba diciendo: «Bienaventurados los que le conocieron y disfrutaron de su amistad, porque encontraron en él un ejemplo vivo de amor». También nosotros podríamos decir eso de Juan Carlos, en especial su mujer.

Desde luego ha puesto un listón muy alto para sus hijos. Pero José María y Jaime, no deben preocuparse, porque su padre seguirá ayudándoles. Porque –como Ana experimentará a partir de ahora– aunque no se note su presencia física, Juan Carlos ¡vive!

Antonio Balsera

Cementerio de San José de la Alhambra, 16 de febrero de 2015

Artículo del prof. Esteban Romero Frias, de la UGr. publicado en su blog, el 15 de Febrero de 2.015

Hasta la vista Juan Carlos Chesterton Blog

en Personal, UGR.

Ha fallecido el profesor Juan Carlos de Pablos Ramírez, profesor Titular del Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología. Conocí a Juan Carlos en el viaje a Marruecos que organizó mi compañero de facultad Salvador Hernández en mayo de 2011. El mismo viaje en el que conocí a la que ahora es mi pareja, Marianela.

Si bien no tuvimos la oportunidad de conversar durante aquellos días, tiempo después, la pasión lectora, por un lado, nos hizo reencontrarnos en septiembre en un Club de Lectura de la Universidad coordinado por José Manuel Ruiz y, por otro, la pasión comunicadora en las redes, donde a través de GrinUGR supe de su gran pasión, G.K. Chesterton, autor en el que felizmente coincidíamos. Juan Carlos había iniciado en el verano de 2013 el que quizá fuera su último gran proyecto intelectual:Chestertonblog.

Chestertonblog (https://chestertonblog.com/)

En diciembre de 2013 organizamos en GrinUGR las Jornadas de Ciencias Sociales y Humanidades Digitales en la Universidad de Granada y conté con él para que participara y moderara una mesa redonda titulada “La docencia en un contexto de Ciencias Sociales y Humanidades Digitales”, junto con Domingo Sánchez-Mesa, Miguel Moreno, Fernando Trujillo y Antonio Rodríguez de las Heras.

Juan Carlos presenta Chesterton Blog en las Jornadas de Ciencias Sociales y Humanidades Digitales de la UGR (diciembre 2013)

Juan Carlos me respondió: “te agradezco que hayas pensado en mí para este tema, aunque no tengo mucha experiencia: empiezo a vislumbrar la cuestión, pero no tengo mucha experiencia real. Con esto del Chestertonblog estoy conociendo el mundillo y se me ocurren cosas para el curso, sobre todo para los de 5º. Y tengo unas ganas de hacer wikis que me muero…” (la negrita es mía). Me manifestaba también que estaba de baja desde antes del verano y que no acababa de recuperarse. No estaba en condiciones de impartir clases regularmente, pero intentaría acudir a este acto de forma puntual.

Semanas después me volvió a escribir para felicitarme por mi santo reiterándome su agradecimiento por la participación en las jornadas y lamentando no haber podido acudir al THATcamp posterior a las jornadas por haberse encontrado peor de salud: “y me hacia verdadera ilusión asistir“.

Juan Carlos de Pablo, en las Jornadas de Ciencias Sociales y Humanidades Digitales de la UGR (diciembre 2013), haciendo gala de la alegría chertertoniana del color rojo

Los últimos días que compartí con él fueron hace un año. Juan Carlos participó en la GrinWeek (2ª edición), una semana sobre culturas digitales de lo abierto para aprender en el siglo XXI que celebramos del 27 al 31 de enero de 2014. A raíz de aquellos días Juan Carlos escribió este artículo en GrinUGR: “Chesterton en la #GrinWeek 2014“, cuya lectura recomiendo.

GrinWeek (2ª ed.), una semana sobre culturas digitales de lo abierto para aprender en el siglo XXI

Juan Carlos para mí era principalmente Chesterton, su gran pasión intelectual a la que dirigió buena parte de sus esfuerzos desde el verano de 2013 en inició su baja por problemas de salud. En la primera entrada del blog, Juan Carlos justificaba el porqué del mismo:

Ha llegado el momento de lanzarse a la acción, y estos meses de relativa tranquilidad han sido el trampolín que me ha lanzado a decidirme.

Si esta entrada funciona bien, seguiré añadiendo otras entradas.

En apenas un año consiguió realizar un gran trabajo pese a las limitaciones que imponía la salud.

En este tiempo hemos publicado unos 25 ensayos de GK, muchos de ellos traducidos por primera vez al castellano, gracias a Carlos Villamayor, y siempre citando las fuentes y los traductores. Hemos revisado y corregido las traducciones de dos librosEsbozo de sensatez y Santo Tomás de Aquino -que pronto estará disponible en pdf y epub, y que puede considerarse una traducción original, una introducción enteramente nueva. Y estamos a medias con El hombre eterno, nuestro próximo proyecto amplio.
Además, hemos puesto a disposición del público interesado más de 30 estudios y prólogos sobre GK y sus obras, en nuestra intención de convertirnos en un lugar de encuentro sobre el ‘Gigante bueno de Beaconsfield’.
250 entradas y 35 páginas -con reflexiones sobre Chesterton, su obra y su mundo -que es el nuestro, según la tesis que hemos repetido tantas veces- dan peso a la labor, que no ha hecho más que comenzar. Quiero agradecer su labor de todo corazón a los autores y traductores -que construyen el blog con sus textos-, a los comentaristas -que le dan dinamismo-, a los seguidores del blog que se limitan a poner me gusta y a los que ni siquiera lo hacen, pero sé que lo visitan. Y también por qué no, al equipo de WordPress que hace posible el Chestertonblog.

Para quien conozca en algo la obra de G.K. Chesterton, hacerse una semblanza del carácter de Juan Carlos debería ser sencillo. Uno no deja de parecerse a con quien tanto fervor admira. Y su objeto de admiración era sin duda encomiable. Chesterton,afirmaba, “escribe con soltura, gracia y agudeza, y sobre todo, siempre manda la sanity, la cordura, y la alegría de vivir en todo lo que dice”.

Su concepción del ser humano a partir de la lectura de El hombre eterno explica el esfuerzo de sus últimos años de trabajo:

“Y sin embargo, no hay continuidad entre el resto del universo animal y los humanos, sino ruptura. Y por eso cada humano es un milagro. Y por ser humano es libre: cada uno puede decidir el tipo de relaciones que mantiene con los demás y con el mundo. Y las cosas por las que vale la pena luchar. Como difundir las ideas de GK.

Decía Chesterton de la familia: “El lugar donde nacen los niños y mueren los hombres, donde la libertad y el amor florecen, no es una oficina ni un comercio ni una fábrica. Ahí veo yo la importancia de la familia.”

Estas son las últimas palabras de la última entrada que escribió en el blog el 13 de noviembre de 2014 a propósito de una reflexión sobre Cristianismo y Socialismo:

Chesterton ha dado en el clavo: para transformar la sociedad hay que hacerlo de acuerdo a la forma primordial del ser del hombre, basada en la posesión de un ideal personal, y ese esfuerzo es esencialmente alegre. Ojalá supiéramos educar a nuestros jóvenes de esta manera y mantenerlo el ideal en los mayores.

He querido titular esta entrada “Hasta la vista Juan Carlos Chesterton Blog” del mismo modo en que él bautizó a su proyecto. Chesterton estaba casado con Frances Blog y como conjeturaba cualquier hijo en nuestro país habría tenido como apellidosChesterton Blog.

“[…] los que queremos a Chesterton somos de alguna manera  hijos suyos, de los dos, puesto que Frances era una fuente de inspiración para GK. No en el sentido de musa, sino en el de formar parte del milagro de la vida cotidiana, ése que hacía a GK que se llenara de admiración y alegría a cada momento.”

Ya lo apuntaba de alguna manera Woody Allen en Desmontando a Harry, cada cual elige sus propios infierno y paraíso. A mí me gusta imaginar a de Pablos conversando con Chesterton tras tantos años de lecturas.

depablos chesterton

 

En uno de sus textos Juan Carlos cita este fragmento de Orson Welles en la película Fraude a propósito de la catedral de Chartres. Un monólogo que imagina que Chesterton habría firmado. Yo también creo que Juan Carlos también lo habría hecho.

A Juan Carlos se le quedo el tiempo corto. Había descubierto en la red un nuevo mundo para el crecimiento intelectual y así lo demostró con denuedo durante año y medio. Un profesor de los que necesitamos en nuestros tiempos, capaces de comunicar con profundidad y amenidad en los nuevos medios. Largo legado deja y mayor aún la inspiración y motivación para seguir perseverando.

Ya no podré leer a Chesterton sin hacerte un homenaje.

 

Juancarlos y el rostro de Chesterton

[A Juan Carlos de Pablos, in memoriam]

Conocí a Juan Carlos de Pablos el día 28 de abril de 2014. Había perpetrado yo un breve texto sobre el Padre Brown y, como un mensaje en una botella, lo había lanzado a la blogosfera. Pensé que nadie lo leería, o que, si alguien lo leía, no tendría la suficiente paciencia como para ponerme unas letras. Me equivocaba. Hay mucha gente buena esparcida por el mundo. Gente como Juancarlos (así firmaba siempre los correos electrónicos que me envió durante los nueve meses siguientes): paciente, muy sabia y muy generosa con su tiempo. Gente que se da a los demás. Gente como Juancarlos.

Ese mismo día me escribió proponiéndome incorporarme al Chestertonblog, esta criatura suya tan llena de vida, de sabiduría y de inocencia. Acepté de inmediato, pero con una condición: que él me fuera guiando por los pasadizos (o, mejor dicho, por las amplias avenidas) de la obra de nuestro querido GKC.

Y así hizo Juancarlos, con paciencia y mucha laboriosidad. Comenzó a enviarme textos sobre el Padre Brown: de Boyd, de Pearce, de Seco… Por su culpa (¡bendita culpa!) me hice urgentemente con el número que The Chesterton Review dedicó a los relatos del cura sabueso de Norfolk, y durante meses me crucé con Juancarlos muchos correos en los que discutíamos fraternalmente sobre aspectos nimios de las entradas del Chestertonblog (que si unas comillas aquí, que si mejor separar esta idea en dos párrafos; cosas así). Desde el primer momento me admiraron la cordialidad y el buen humor de Juancarlos.

Andando el tiempo, supimos algo más de nuestras vidas respectivas. Por e-mail hablamos de nuestras familias y de Chesterton, y nos hicimos amigos. Muy amigos. Como todo comenzó por correo, por correo solíamos echar nuestras parrafadas; hasta el día, allá por septiembre, en que hablamos por teléfono un buen rato. Entonces ya me contó más acerca de su enfermedad. Y entonces fue cuando mi admiración creció aún más, porque, en la adversidad, el buen humor de Juancarlos era proverbial. Un hombre verdaderamente chestertoniano.

Un día le propuse ilustrar mis entradas sobre el Padre Brown con algún dibujo. Le gustó la idea. También le dije que mi mujer estaba preparando un retrato sobre nuestro personaje. Esa idea le gustó aún más. En un correo me dijo: “Me gustaría ser el primero en conocer el rostro del Padre Brown”.

Hablé con Juancarlos por última vez la semana pasada. Fue una conversación breve, porque él ya hablaba con dificultad. Pero fue, como siempre, una conversación gozosa. Volví a sentir su aliento de profesor universitario, su buen humor de padre de familia y su esperanza de amigo de Dios. Juancarlos se despidió con gracia: “Adiós, dibujante”, me dijo. Sabíamos ambos que era nuestra última conversación.

Hace dos días, Alejandro Romero me avisó de que Juancarlos había fallecido. Lloré, recé e hice rezar a los demás. Di gracias a Dios por haberme regalado un amigo, y, al final del día, tuve claro que un hombre tan bueno se merece el Cielo para siempre, y conocer allí, en aquella reunión felicísima de hombres eternos, el rostro de su colega Chesterton.

Imagen

con cariño

Puerto de Sta Maria-_52