
Durante varios años, Chesterton participó en las actividades del socialismo fabiano, lo que le proporcionó un conocimiento del mismo de primera mano.
Los contenidos del Cuaderno de notas de Chesterton -cuya única fuente disponible es la obra de Maisie Ward no contienen sólo poesía, como hemos visto, sino que nos ayudan a entender los avatares intelectuales y vitales del joven GK (Recordemos que recogen textos escritos con entre 20 y 24 años).
No sólo interesaba a GK el sentido de su vida, sino también -como es lógico- la organización de la sociedad. En el capitulo 6, Maisie Ward cita -sin referenciar- a Chesterton, que nos «dice que que se hizo socialista en esta época sólo porque era intolerable no ser socialista. Los socialistas parecían ser la única gente que veía las condiciones tal como eran y las encontraban insoportables. El socialismo cristiano parecía ser a primera vista, para todo el que admirase a Cristo, la forma obvia del socialismo y en un fragmento de este período, GK traza un paralelo entre el colectivismo moderno y el cristianismo primitivo»:
Los puntos en que el colectivismo cristiano y el socialista coinciden son simples y fundamentales. Sin embargo, como hay que proceder con cuidado en esta materia, podemos declarar estos puntos de semejanza bajo tres conceptos:
1º Ambos surgen de la hondura de una emoción, el sentimiento de compasión por el infortunio como tal. Éste es verdaderamente un punto importantísimo. El colectivismo no es una moda intelectual, aun en el caso de ser erróneo, sino una apasionada protesta y aspiración: surge como un secreto del corazón, un sueño de los sentimientos lastimados, mucho antes de que tome forma de propaganda concreta. Las filosofías intelectuales se alían con el éxito y predican la competencia, pero el corazón humano se alía con el infortunio y predica el comunismo.
2º Ambos encuentran la causa del mal estado de la sociedad en la ‘codicia’, el deseo competidor de acumular riqueza. Así, tanto en un caso como en el otro, la mera posesión de riquezas es en sí misma una ofensa contra el orden moral; la falta de ellas, en sí misma, una recomendación y una educación para la vida superior.
3º Ambos proponen remediar el mal de la competencia por un sistema de ‘llevarse recíprocamente las cargas’ en sentido literal, es decir, nivelar, acallar y reducir las propias probabilidades para aumentar las de los hermanos más débiles. La deseabilidad, dicen, de que un gran hombre o un hombre de talento adquiera fama es pequeña comparada con la deseabilidad de que un hombre débil y desgraciado adquiera pan. El hombre fuerte es un hombre y debería modificarse o adaptarse a las esperanzas de sus compañeros. El que quisiere ser el primero entre vosotros, sea el servidor de todos vosotros.
Estas son las tres fuentes de la pasión colectivista. No consideré necesario entrar en detallada prueba de la presencia de las tres en los Evangelios. Que la principal tendencia del carácter de Jesús era la compasión por los males humanos, que acusó no sólo la codicia sino la riqueza una y otra vez, y con un énfasis casi impaciente, y que insistió en que sus seguidores abandonasen los fines personales y compartiesen recursos y suerte totalmente, son cosas manifiestas, presentadas repetidamente y, en realidad, comúnmente aceptadas (Ward, p.73).
El joven Chesterton advierte por qué el socialismo nació en el occidente cristiano, pero -sobre un proyecto inicialmente similar- también será capaz de advertir las diferentes actitudes que cada forma de ver el mundo fomenta, como veremos en las dos próximas entradas.
Pero el socialismo se resuelve en rencor hacia el contrario. Resultado incompatible en su esencia con el cristianismo.
Te vas adelantando al argumento, al menos parcialmente: ya verás -pronto- que bien lo resuelve Chesterton.
Gracias por comentar.
Interesante, esperare las próximas entradas. Es decir no me adelantare, aunque se de antemano que Chesterton lo resuelve (resolverá) de manera magnánima e inteligencia que no puedo ni imaginar. Pero más bien el pensamiento socialista tanbien ha evolucionado, y se a «puesto al día» por lo cual más bien mi comentario proximo será en sentido al socialismo, cosa que no comparto (como es obvio)
Gracias por el comentario, Antonio… Y por la paciencia de esperar. Ya verás que GK llega tanto al núcleo de la forma de ser socialista, que ninguna de sus dos críticas ha perdido validez!
Pingback: Chesterton: cristianismo y socialismo 2/3: la diferente actitud de los protagonistas | Chestertonblog
Pingback: Chesterton: Cristianismo y socialismo 3/5: La humildad en unos y otros | Chestertonblog
Pingback: Chesterton: Cristianismo y socialismo 5/5. La alegría del cristiano | Chestertonblog
Pingback: G. K. Chesterton: reflexiones sobre un socialismo cristiano – LA CONTROVERSIA