Hoy se publica la noticia de que el municipio madrileño de Torrelodones organiza un concurso de cantos de taberna: es el pretexto ideal para recoger unos versos muy famosos de Chesterton: Agua y vino, la canción de Noé.
Antes hay que hablar brevemente de la novela La taberna errante y de Wine, water and song -pues que yo sepa, no está traducido como tal. La novela fue escrita en 1914, y también se ha traducido al castellano como La hostería volante, a causa de su título original, The flying inn. Como su nombre indica, trata de unos amigos que –ante unas supuestas leyes prohicionistas en Inglaterra- recorren la campiña en un carro con un barril de ron y un queso, generando contextos adecuados para cantar: son las poesías que GK reuniría en el volumen mencionado para la versión teatral-musical de La taberna errante. El contexto imaginado -con su contenido profético y de lucha entusiasmada y llena de buen humor- cuadra con eso de que combatir el mal es el origen de todo placer y hasta de toda diversión, según cita Luis Daniel González en su reseña del libro.
Así, lo más importante de estos temas es la alegría y la sociabilidad desbordante que GK muestra tanto en su planteamiento de fondo como en los versos, que son realmente divertidos. GK disfrutaba de la cerveza y el vino en compañía. En algún lugar dice algo parecido a ‘bebe para disfrutar con los amigos, no para ahogar las penas en soledad’, y también son muy conocidas sus palabras: hemos de agradecer a Dios la buena cerveza y el borgoña, no abusando de su bebida (Ortodoxia, Cap.4).
Y ahora, mis versos favoritos de GK, la canción del Noé, en los dos idiomas. La versión española es la traducción –una auténtica labor de equipo- de La taberna errante realizada por Acuarela en 2004, aunque hay otra versión este lugar, junto a otras poesías de GK. Se pierden las fabulosas palabras del estribillo, pero el resultado final resume el espíritu y la sonoridad original, y es extraordinario:
Vino y Agua
A Noé dentro del arca se le vació el vientre de pena;
asóse un avestruz, frióse una ballena,
y a guisa de entremeses, zampóse un palomino.
Mas antes y después, su néctar requería
y con la copa en alto, así decir solía:
Por fuera corra el agua, por dentro corra el vino.
El cielo se venía abajo hecho raudales:
los astros palpitaban en turbios barrizales,
quizá ya se apagaban los fuegos infernales.
El pico más enhiesto rindióse a su sino…
Noé, a pesar de todo, sereno y sin temor
alzaba a Dios los ojos, rezando con fervor:
Por fuera corra el agua, por dentro corra el vino.
Noé pecó y nosotros también hemos pecado,
por eso el cielo justo castigo nos ha dado
y el monstruo Antialcoholismo se ha desencadenado
¡Ay, ese no poder, ni con dinero en mano,
beber zumo de viña ni zumo de manzano!
¿A quién se le ocurrió, tamaño desatino?
¡Bah! ¡Qué más da! ¡Volvamos la espalda a los pedantes!
y con la copa en alto, digamos como antes:
Por fuera corra el agua, por dentro corra el vino.
Wine and Water
OLD Noah he had an ostrich farm and fowls on the largest scale,
He ate his egg with a ladle in an egg-cup big as a pail,
And the soup he took was Elephant Soup and the fish he took was Whale,
But they all were small to the cellar he took when he set out to sail,
And Noah he often said to his wife when he sat down to dine,
“I don’t care where the water goes if it doesn’t get into the wine.”
The cataract of the cliff of heaven fell blinding off the brink
As if it would wash the stars away as suds go down a sink,
The seven heavens came roaring down for the throats of hell to drink,
And Noah he cocked his eye and said, “It looks like rain, I think,
The water has drowned the Matterhorn as deep as a Mendip mine,
But I don’t care where the water goes if it doesn’t get into the wine.”
But Noah he sinned, and we have sinned; on tipsy feet we trod,
Till a great big black teetotaller was sent to us for a rod,
And you can’t get wine at a P.S.A., or chapel, or Eisteddfod,
For the Curse of Water has come again because of the wrath of God,
And water is on the Bishop’s board and the Higher Thinker’s shrine,
But I don’t care where the water goes if it doesn’t get into the wine.
Enhorabuena por la publicación de estas poesías de Chesterton. Puede que el mundo de hoy tenga un problema con ellas: una vez hice referencia a ella entre gente joven, y descubrí -verdaderamente horrorizado- que las nuevas generaciones no tienen de Noé más que una vaga referencia al asunto del arca y los animales, y no lo asocian con la invención del vino: la relación entre agua y vino queda por tanto -nunca mejor dicho- muy diluida…
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El problema que expresas me parece que no es exclusivo de Noé, sino de casi toda la Biblia -se salvan Adán y Eva- y de toda la mitología clásica -se salva Hércules, por la película de Disney.
El problema para entender nuestra propia cultura y por tanto, nuestras propias raíces, va a ser muy grande. Pero, ¿imaginas cuando se descubra tanto acervo cultural? Eso sí, ya para siempre, mediado por la tecnología, como ésta misma conversación