
Portada de Chesterton: ‘Por qué soy católico’, de El buey mudo, 2010.
“La conversión es el comienzo de una activa, fructífera, progresiva y venturosa vida para el intelecto. La importante pregunta que hay que hacer a Chesterton (y a todos los conversos) no es: ¿Por qué se hizo católico?, sino, más bien: ¿En qué clase de católico se convirtió?” Estas palabras corresponden al prólogo de Por qué soy católico, el libro que la editorial El Buey mudo publicó en 2010 con las obras que Chesterton dedicó expresamente a su conversión al catolicismo o directamente relacionadas con ella y que corresponden a su vez al volumen 3º de las obras completas de GK Chesterton, publicadas por Ignatius Press (San Francisco): A donde todos los caminos conducen (1922), La Iglesia católica y la conversión (1927), ¿Por qué soy católico? (1926), La cuestión: Por qué soy católico (1929, a veces traducido como ‘La cosa’ -Espuela de plata, 2010-) y El manantial y la ciénaga (1935, también traducido como ‘El pozo y los charcos’): son recopilaciones de artículos sobre ‘el tema’, que lógicamente tenía que aparecer en los medios de comunicación de una forma u otra. Cierra el volumen El camino de la Cruz, un breve texto de crítica artística a las escenas de un Viacrucis dibujadas por un amigo de GK pintor.
La Semana Santa es una buena ocasión para publicar esta Introducción en el blog –quizá la misma de Ignatius Press- en la sección correspondiente a estudios en español y presentarla aquí brevemente.
Lo que más me gusta de este estudio previo de James J. Thompson Jr. es su estilo ‘cuestionador’, que ya hemos podido vislumbrar. Aunque -como es lógico- contextualiza la recepción en la Iglesia católica de GK en 1922, nos prepara para lo que vamos a leer de una manera original: haciéndose una serie de preguntas, a las que Chesterton responderá en el texto. Selecciono dos o tres párrafos de la Introducción, que me parecen significativos del estilo, basados precisamente en textos del propio GK:
“En 1926, cuatro años después de su conversión al catolicismo, Chesterton escribió en La Iglesia católica y la conversión que la Iglesia es una casa con cientos de puertas, y no hay dos hombres que entren en ella por la misma. Hubiera podido decir mil o diez mil, o infinitas puertas, pues la experiencia vivida por cada converso es única. ¿Qué es lo que marca mejor a la Iglesia Universal? Pues que ofrece a toda persona lo que más necesita y que no puede conseguirse en ninguna otra parte.
“¿Significa esto que los conversos son personas de una individualidad quisquillosa, que se complacen tan sólo en alimentar sus propios gustos y predilecciones y que no muestran nada en común con todos aquellos que entran por puertas diferentes a la suya? ¿Comparten aquellos que buscan un modelo de moral autoritaria alguna cosa con el resto de los creyentes que reclaman una liturgia mayestática? ¿Se encierran en un silencio distanciador aquellos para los que la fe evoca una respuesta emocional que estremece el alma, aislándose de aquellos otros conversos que llegan a la Iglesia porque ésta logra consagrar su racionalidad? ¿Se apartan quienes admiran al catolicismo por ser el guardián de las tradiciones de aquellos otros nuevos católicos que encuentran en la Iglesia una fuente de renovación? ¿Es la Iglesia una auténtica comunidad de creyentes o, por el contrario, es tan sólo una especie de paraguas bajo el que tratan de guarecerse un conjunto de individuos elitistas?”
Thompson nos prepara para lo que vamos a leer, las respuestas de GK a la hecho de ser católico. Pero si nos fijamos bien en las preguntas, hacen referencia no sólo a la fe o a los dogmas, sino a la vida de los creyentes: este libro está lleno de anotaciones históricas y sociológicas sobre lo que ha significado ser católico en su tiempo, pero también a lo largo de los siglos y cómo la fe influye de maneras diversas en la vida social y personal. El Chesterton que más nos gusta, el que continuamente analiza el mundo a su alrededor, está muy presente en estos volúmenes y quizá más adelante presentemos algunos artículos de este libro.
Pero la clave -claramente- no es la sociología: “Para Chesterton hay dos razones fundamentales que pueden llevar a una persona a la conversión: La primera es que se crea que en ella [en la fe católica] anida una verdad firme y objetiva, una verdad que no depende de la personal creencia para existir. Otra razón puede ser que [la persona] aspire a liberarse de sus pecados. Estas son las razones por las que Chesterton se hizo católico, y que deben constituir el fundamento de quien tome la decisión de entrar en la Iglesia. Sin ellas, afirmaba Chesterton, el individuo puede decir que es católico, pero se está engañando”.
Buen artículo. ¿Cuál es la vía para convertirse? Como afirma Chesterton quizás el arrepentimiento de una vida de errores ( pecados) y la búsqueda de la Verdad (en Cristo).
Tendré que leer a este autor, para mi, hasta ahora, desconocido.
¿Qué obra me recomiendas primero?
Saludos cordiales,
Gracias por tu comentario, que sintetiza muy bien el texto.
Hay dos tipos de obras en Chesterton:
1. Las novelas o relatos, que siempre tienen un toque surrealista -si has leído alguno de los relatos publicados o has visto las entradas relacionadas con las novelas-. Si te gusta el estilo, son muy entretenidas. Especialmente ‘El hombre que fue jueves’ y ‘La esfera y la cruz’, que son mis favoritas. Plantean cuestiones intelectuales en el contexto de la obra.
2. Los libros de pensamiento. Los dos clásicos son:
2.a ‘Ortodoxia’, de la que hemos publicado una reseña explicativa estupenda. Tenemos los capítulos bastante elaborados en términos de análisis y anotaciones, pero está pendiente de colgarlos. Narra su acercamiento al cristianismo, en su estilo peculiar. La traducción de Acantilado es buena.
2.b ‘El hombre eterno’, del que encontrarás algunos capítulos anotados en la página correspondiente, que puedes descargar. La traducción de Cristiandad no me gusta mucho: hemos revisado muchas cosas en nuestra versión.
Estos dos últimos libros son los imprescindibles, el primero más personal, el segundo más histórico, pero son extraordinarios.
Muchas gracias, igual me animo con Ortodoxia, leí vuestra reseña y me pareció fenomenal. Igual también me animo con los relatos, pero el surrealismo no es mi fuerte.
Muchas gracias.
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Considero muy buena la pregunta de Thompson. No he leído el libro, y tras la introducción, creo que es buena idea la que proponéis de seleccionar algunos artículos.
Pero quiero volver sobre la pregunta, sobre la clase de católico: el mundo de hoy es tan rico y variado que es posible definirse católico no practicante, ateo católico, católico progresista, etc.
Independientemente de la respuesta que dé el libro sobre el tema, a mí me parece que hay que hacer dos observaciones:
-La primera es que creo que Chesterton se había convertido al catolicismo mucho antes de ser formalmente recibido en la Iglesia.
-La segunda es que era un católico íntegro, quizá por su proceso de búsqueda. Es decir, pensó lo que significaba ser católico, lo aceptó y se comportó como tal, hasta una coherencia que ha hecho que haya quienes se planteen su santidad, ofreciendo un ejemplo de unidad de vida espectacular.
Estoy de acuerdo contigo. Gracias por comentar.
Si me apuras, me quedo con la última frase, la del ejemplo para otras personas, en términos de bondad, pero también de deseo de conocer y de poner a trabajar la inteligencia, sin desconectarla de la fe. Es la famosa frase de ‘hay muchos cristianos que al entrar en la iglesia en vez de quitarse el sombrero se quitan la cabeza’.
Sin duda que Chesteron “era” católico antes de su conversión, es tan notable su postura intelectual en obras como Herejes, El Hombre que fue Jueves, Ortodoxia etc. Su mismo compañero H.B. en el prologo de una obra titulada simplemente como “ensayos” de editorial Porrúa, distingue su camino literario como obra católica, confundido muchas veces por conservador, erróneamente, pero sin duda como un restaurador, como bien apunta Fuentes Ortega. Ahora hay un fenómeno extraño, que bien comentan. Los tipos de catolicismo. En la obra de “La cosa y otros artículos de fe” Chesterton alude, simplemente a este espíritu restaurador, en dónde ya era evidente en ortodoxia, dónde critica a los nihilistas y racionalistas, por su falta de aprecio por las cosas que critican. Es decir en mi opinión Chesterton es un católico totalmente visionario y convencido de su fe y en las promesas de Dios, pero siendo muy realista de los problemas del mundo.
Gracias por tus aportaciones, Antonio, coincidimos plenamente.
No conozco esa selección de ensayos editada por Porrúa. Como quizá hayas visto, en el blog cada semana publicamos un prólogo o estudio en español, y seria muy interesante disponer de ese prólogo del más estrecho colaborador de GK. No sé si es mucho pedir que me lo enviases escaneado, con la mejor calidad posible. Pienso que recopilar los prólogos de estos libros que ya no están disponibles en el mercado no viola derechos de copyright y, al contrario, fomenta la lectura de las obras de Chesterton. Te lo agradeceríamos todos muy sinceramente.
…y me voy a otro comentario tuyo…
Muchas gracias Chestersoc, una felicitación por el blog, sin duda uno de los mejores que he visitado respecto a G.K. Chesterton.
Respecto a tu petición, claro con mucho gusto, dame un par de días para realizar la tarea. El tiraje de la edición (1996) de ese libro (ensayos) ya tiene tiempo que se termino, tuve suerte en conseguirlo.
Hay también dos libros, que yo creo que los conocen muy bien, que han recogido diversos escritos de Chesterton uno es “El hombre común” no se que editorial, pues yo tengo una muestra en Pdf, con un excelente prologo, y otro titulado “Lo que está mal en el hombre de la traducción inglesa “What´s wrong with the world” editorial Acantilado Barcelona 2008.
Por último respecto a su reseña del “Hombre Eterno” comentaban que están realizando la traducción, pues la de ediciones cristiandad es algo malita (concuerdo contigo), sin embargo la edición de Porrúa (edición 2008,2010, me parece) es una traducción muy sobria y con notas del traductor. Igual les puede servir.
Saludos.
Te agradezco de verdad toda la información que me envías. Por supuesto, tu amabilidad al ofrecerte enviar el prólogo de HB.
El hombre eterno fue publicado en España el año pasado, sin prólogo, tan sólo una contraportada de Abelardo Linares, muy buena, pero muy breve, que ya comentamos en el blog: http://wp.me/p3QO9M-mo.
Sin embargo, si tú posees otra versión con su prólogo, igualmente te voy a pedir que me lo envíes, si puedes, bien escaneado, para colocarlo en el blog. No tengo la edición de ‘Lo que está mal en el mundo’, quizá pueda conseguirla, pero Acantilado rara vez tiene prólogo.
En cuanto a la edición de El hombre eterno de Porrúa, voy a ver si puedo conseguirla, desde luego la de Cristiandad es como para desesperarse y dejar de leer a GK. Hay varias entradas en el blog sobre traducciones, y algunas ponen ejemplos negativos de ese libro. Siento decirlo, pero es así.
Muchas gracias de nuevo, y espero tus materiales, cuando puedas. Hasta pronto.