Pensaba dejar para algo más adelante esta entrada, pero dado el clima de reflexión sobre la materia, quizá es ahora el momento de hacerla.
Romeroreche estudia en su comentario a la entrada anterior una estructura de chestertonada. Yo de momento, me voy a limitar a describirla con cuatro notas:
- Ironía, entendida como una forma de ir contra corriente, pues a GK le divierte dejarnos a dos velas.
- Buen humor, pues es imposible dejar de sonreír.
- Sanity, ya que te ayudan a sentirte mejor y si te lo propones, seguro que a ser mejor persona.
- Belleza formal: son ideas redondas, adecuadamente expresadas. Quizá es una pena que no todos sepamos inglés como para manejarnos en el original, pero por lo menos podemos disfrutar de la idea en castellano
Pues bien: he aquí el texto que -ni más ni menos- inspiró este blog, tomado de Las paradojas de Mr. Pond, relato When doctors agree. Sabemos que GK siempre filosofaba en sus relatos, pero en esta ocasión, se diría que el GK-autor interrumpe al GK-narrador, con su opinión personal. Aquí está el fragmento, (incluyendo varias chestertonadas de golpe, naturalmente):
«Las paradojas de Mr. Pond eran de peculiarísima especie. Llegaban al extremo de resultar paradójicas infracciones de la ley de las paradojas. La paradoja ha sido definida como «la verdad puesta cabeza abajo para llamar la atención». Se ha dado en vindicar la paradoja aduciendo que, si hay tantísimas falacias aceptadas que siguen inalterablemente en pie, se debe a que carecen de cabeza sobre la cual pudieran hacer el pino.
Mas hay que admitir que es cierto que los literatos, como otros mendicantes y saltimbanquis, frecuentemente intentan llamar la atención. Colocan en lugar destacado, en medio de un diálogo de una obra teatral, o al inicio o al término de un párrafo narrativo, ocurrencias de esa índole portentosa… como cuando Bernard Shaw escribió: La Regla de oro es que no hay ninguna Regla de oro; o cuando Oscar Wilde observó: Puedo resistirlo todo excepto la tentación; o cuando un escribidor mucho más romo (indigno de ser equiparado a los antedichos y que actualmente expía sus errores tempraneros aplicándose a la nobilísima causa de dejar constancia de los aciertos de Mr. Pond) apostilló en defensa de principiantes y chapuceros y zoquetes varios como él mismo: Si merece la pena hacer una cosa, merece la pena hacerla mal«.
Hay un blog en español que utiliza como lema esta frase, modificada: «Si vale la pena hacer algo, vale la pena hacerlo a toda costa», probablemente para destacar el valor de la acción y la perseverancia… porque es la frase que circula por todas partes en castellano. Pero el original es éste, mucho más chestertónico, sin duda: «If a thing is worth doing, it is worth doing badly.»
De acuerdo con tus reflexiones. Pero un poco a la contra de una cita del texto, yo – con perdón y sin ánimo ni pedante ni erudito la formularía de esta guisa: «Si puedes hacer algo, hazlo aunque lo hagas bien». Porque, sin disculparme, hay gente que no da los talentos que tiene.
Me refiero a los que lo hacen b ien, pero no se atreven por alguna causa.
En esas de hacerlo bien estamos, Pero si vale la pena estudiar a Chesterton vale la pena estudiarlo aunque no lleguemos al fondo.
Hablando de paradojas, en la hermosa biografía que hace de San Francisco de Asís (Biblioteca Homo Legens), hace una,que a la vez de paradoja- señala el mismo autor- así mismo es también una perogrullada.
«Cayó en la cuenta de que la manera de construir una iglesia no es enmarañarse en tratos y reclamaciones legales, para él harto inescrutables. La manera de construir una iglesia no es costearla, y desde luego no con dinero ajeno. La manera de construir una iglesia no es costearla ni siquiera con dinero propio. La manera de construir una iglesia , es construirla.
El solo se puso a reunir piedras………»
Me has alegrado el día, Mr. Pickwick con su elegante giro meta-chestertoniano, pues recoge Ud. la traducción acertada de la célebre frase, para poner de manifiesto una verdad tan válida como la del amigo GK, i.e., que merece la pena hacerla, aunque lo hagas regular/ mal. Reacción contraria al escolasticismo como finalidad en sí, en el cual, si no vas a hacer una cosa perfectamente, no tiene sentido hacerla. ¡Como si alguna ve hacemos algo perfectamente!
Esto sí, también me pregunto si la elección poco ortodoxa de ‘badly’, a falta del objeto ‘it’, no apuntaría a la vez, más que a la valoración bien/ mal, a la intensidad – la pasión – con la que se haría la respectiva cosa. Con esto uno puede (¿y debe?) comulgar con naturalidad, pues si no estamos dispuestos a poner pasión en el intento (‘badly’ como intensidad), que viene a ser lo mismo que ‘sufrirla’ (passio), ni la mejor de las cosas ‘merece la pena’.
¡Si es que Chesterton es un mago de la lengua!
Esta entrada me recuerda el viejo sueño de tener traducciones de Chesterton en condiciones: que, siendo bellas literariamente, no traicionen su pensamiento, como la mayoría de las veces, pues hacen tan enrevesadas las frases, que a veces las hacen ilegibles.
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