Para concluir el perfil de Chesterton como periodista (partes 1ª -su propia versión- y 2ª -su curriculum-) reunimos unos cuantos testimonios que manifiestan cómo le vieron algunos de sus coetáneos. Vamos a comenzar con WR Titterton, que conoció a GK mucho antes de trabajar con él: de hecho, Chesterton le nombró director del GK’s Weekly y desempeñó este cargo durante varios años. Dice Titterton: «Gardiner era un buen director [del Daily News] […] porque lanzó a GKC a una serie de artículos dominicales que tuvieron el efecto de doblas las ventas del News en las ediciones en que aparecían, colaboración que duró muchos años. Es más esos artículos fueron el comienzo de una controversia, continuada por Chesterton en muchos periódicos, reseñas y libros hasta el día de su muerte, que ha tenido y tiene más efecto sobre el pensamiento e incluso sobre los hechos que ningún otro elemento periodístico sobre nuestro tiempo», (2011, p.37). Titterton -que se refiere a la tensión entre patriotismo e imperialismo- sigue así:
«Los progresistas estaban interesados en lo que veían, equivocadamente, como una campaña antibélica (era algo muy distinto: una campaña en contra de la guerra de los Boers), y durante algún tiempo intentaron reclamar a GKC como uno de los suyos. Pero él procedió a desorientarlos, luego a irritarlos y por último a cabrearlos, al defender al hombre de la calle contra el experto, al hombre de la calle y su derecho a sus propias costumbres, al hombre de la calle contras el Estado, y sobre todo al hombre de la calle y su derecho a gobernar a su propia familia y ser dueño de su propiedad. Era una doctrina extraña, viniendo de un demócrata. Peor aún, si es posible: predicaba el catolicismo, la guerra y la cerveza» (pp.37-38).
Pasemos ahora a Luis Ignacio Seco (p.165), que comienza citando a Maisie Ward: «‘No he conocido a nadie que trabajase tantas horas y con el espíritu en tal tensión como Chesterton’. Un periodista americano recogía con preocupación la misma idea en un artículo publicado en el Chicago Evening Post: ‘Es casi imposible abrir un periódico sin que contenga algo suyo –artículo, comentario crítico, poema o dibujo- y su nombre es ya más familiar que el de Bernard Shaw… Si continúa a ese tren de producción acabará por gastarse o romperse… Es una lástima que un hombre tan bueno se consuma tan temerariamente… Sus amigos y editores deberían ponerse de acuerdo para contenerle… No hacen a menudo hombres como Chesterton'».
Para concluir, lo haremos con una cita extraída de la biografía de Pearce (p.596), procedente del libro de David Matthew Catholicism in England 1535-1935 (Londres, 1938, pp.238-239) aunque el texto apenas menciona la cuestión religiosa: «Con Chesterton surge un pensador católico verdaderamente inglés, una personalidad completamente independiente, un escritor con un cierto toque dickensiano, un renacimiento genuino del idealismo y de los sentimientos ingleses, así como la gran pasión por la justicia que encuentra siempre en este país una audiencia abrumadora, comprensiva y pacífica. El torrente de felices ocurrencias y las paradojas revelan el profundo sentido del humor inglés; la honda comprensión del hombre de la calle le sirvió de ayuda en su búsqueda de la justicia».
La última cita es muy buena, y me sugiere un perfil de Chesterton, relacionado con el tema del patriotismo que ha aparecido hace unos días en el blog: Chesterton patriota, pero no nacionalista. Ahí tenéis un reto…
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