Chesterton: Cristianismo y socialismo 5/5. La alegría del cristiano

Concluimos la serie sobre cristianismo y socialismo (, , y 4ª entradas) con la última de las virtudes que los diferencian, en opinión de Chesterton, en uno de los mejores textos proféticos de GK, en los que se ve al maestro diciéndonos qué hemos de hacer y enseñar a nuestros jóvenes:

El tercer mérito, que llamé alegría, es realmente el más importante de todos, y quizá podríamos establecer la comparación del modo siguiente: impresionará a muchas personas como cosa extraña que, en un tiempo en general tan optimista en sus creencias intelectuales como éste, en una época en que sólo una minoría no cree en el progreso social y una gran mayoría cree en una final perfección social, exista tal sentimiento de cansancio y hastío en un número considerable de jóvenes.
En nuestra opinión, esto se debe no a la falta de un ideal final, sino a la falta de un modo inmediato de trabajar por él; no de algo en qué esperar, sino de algo que hacer. Un ser humano no se satisface ni se satisfará nunca con que le digan que todo va bien; lo que le hace falta no es una predicción de lo que otra gente será dentro de centenares de años, para animarle, sino una nueva y emocionante prueba y tarea para sí, lo que indudablemente le animará.
Un caballero no se contenta con la afirmación de que su comandante trazó ya sus planes para asegurar la victoria: lo que el caballero quiere es una espada. Esta demanda de una tarea no es una mera bravata, es una parte eterna y natural del optimismo superior, tan arraigado como la prefiguración de lo perfecto.

Chesterton ha dado en el clavo: para transformar la sociedad hay que hacerlo de acuerdo a la forma primordial del ser del hombre, basada en la posesión de un ideal personal, y ese esfuerzo es esencialmente alegre. Ojalá supiéramos educar a nuestros jóvenes de esta manera y mantenerlo el ideal en los mayores.

7 Respuestas a “Chesterton: Cristianismo y socialismo 5/5. La alegría del cristiano

  1. Creo que la alegría en caso de los cristianos no proviene de un factor psicológico, sino de la presencia de la gracia que hace posible llevar toda una vida, con los momentos buenos y malos, impregnada de un algo interior parecido a la alegría humana. Es un don y se consigue con una apertura cada vez más grande a Cristo.
    Los movimientos sociales son todo lo contrario entusiasmo al principio, que imita a la alegría, – es más bien una perturbación que sale de nuestra visión del mundo que parece triunfar, es un egoismo camuflado – y sigue normalmente con pesimismo con el pasar de los años.

  2. Antonio Lebeo

    Muchas gracias por estos textos tan –cómo decirlo-, tan nutridos. Quiero dar una opinión sobre dos aspectos. Primero hablare del socialismo actual, para confrontarlo y después sobre Chesterton y el cristianismo.
    Si bien existen hoy día distintas caras del socialismo, la mayoría parte como matriz, a saber, el marxismo, si bien el marxismo además de ser un sistema filosófico, económico, sociológico etc. Podemos definir que ha evolucionado y en América Latina a persistido, según mi entender, por ser el único que puede dar respuesta, o mejor dicho frente al capitalismo salvaje, por lo cual ha mutado en intlectuales de la talla de E. Dussel, Armando Bartra, o el norteamericano Frederic Jameson etc. etc. Al grado de haber entendido que para cumplir el fin socialista era imprescindible el pueblo cristiano, caso curioso que incluso hoy día el presidente del Ecuador se diga socialista, pero de corte cristiano, así mismo se reconoce la participación de los cristianos en el pueblo cubano. En ése sentido existe un acercamiento serio tanto del marxismo como del cristianismo, que el puente vino a ser la teología de la liberación. Pero no solamente ella, incluso la doctrina social de la iglesia. No quiero dogmatizar, ni mucho menos, pero el marxismo ortodoxo, ha sido un fracaso. Pero bien los valores que persiguen como bien señala Chesterton han sido esos tres fuentes del colectivismo. Incluso yo he dialogado con marxistas más o menos ortodoxos y han propuesto soluciones como las de Chesterton y el distribuimos. Pero no hay que engañarnos, y bien lo señala Chesterton como buen tomista, la antropología marxista-socialista es errónea. Al respecto esta semana me llego un libro extraordinario al respecto el autor es Mauricio Beuchot un importante investigador de la UNAM y sacerdote. Se títula “Los principios de la filosofía social de Santo Tomás” 2012, IMDOSOC, México. En el cual desarrolla precisamente lo que Chesterton ya había señalado, a mi parecer gracias a Santo Tomás. La fallida filosofía social del marxismo y otras tesis actuales, se los recomiendo mucho. Saludos y gracias nuevamente.

  3. Antonio Lebeo

    una disculpa (enorme), tuve un error de redacción en la parte del marxismo en sic»…..según mi entender, por ser el único que puede dar respuesta, o mejor dicho…..» lo que quise decir es según mi entender, por ser el único (según el marxismo) que puede dar respuesta, o mejor dicho. Gracias.

  4. Y qué decir de la falta de ilusión en una vida plena, irrealizable sin la alegría, la humildad y la caridad. ¿ Todo ello es transvasable a la sociedad civil y su desarrollo político-social?

  5. Esa también es la esperanza, la alegría que da Christopher Dawson. Tras una detallada evaluación crítica de la historia y del momento actual, te dice: coge las riendas y caminemos juntos transformando esta situación. Después de la critica está ahora el dedo señalándote: tú, vamos, a construir.

  6. Pingback: Artículo del prof. Esteban Romero Frias, de la UGr. publicado en su blog, el 15 de Febrero de 2.015 | Chestertonblog

  7. Pingback: G. K. Chesterton: reflexiones sobre un socialismo cristiano – LA CONTROVERSIA

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