Archivo mensual: noviembre 2013

Un estudio comparativo…

Me gusta el texto del enlace adjunto porque trasluce la ilusión del autor, su deseo de penetrar en el hondo del alma humana, y sentir lo que sintieron los personajes de los que habla. Y también me gusta porque el contexto es una revista virtual puesta en marcha por estudiantes: por lo que he podido comprobar, lo hacen muy bien. Se llama Ginkgo Biloba.

Cuando comenzamos el Chestertonblog nos propusimos recoger algunos textos o artículos sobre GK, al menos en lengua castellana. La cantidad de material existente en la red hace difícil recogerlo todo, pero al menos podemos divulgar lo que va saliendo. El que enlazo a continuación me gusta porque se ve que está escrito por algún joven lleno de ideales, que escribe sobre el proceso de conversión de GK. Ya hemos dicho varias veces que la faceta confesional o cristiana de Chesterton no es la que pretendemos destacar en este blog, sino sobre todo, su aportación para la comprensión del mundo moderno. Pero, obviamente, no se pueden separar: la experiencia de la vida tiene siempre un contexto social, que aparece reflejado en la transformación que supone la conversión.

 El artículo se llama Chesterton el católico y su autor es Juan Riveros, al que felicitamos desde aquí por la calidad de su trabajo y animamos a seguir profundizando en la figura de GK.

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Chesterton: ‘A la mujer que amo’

El reciente aniversario de bodas de una familia a la que tengo muchísimo cariño, es la ocasión de reproducir un poema que Chesterton dedicó a la que sería su mujer, Frances Blogg. Lo cuenta Pearce, en su biografía sobre GK (p.60): los presentó Lucien Oldershaw, amigo de GK, que cortejaba a la hermana de Frances, un día de otoño de 1896. GK tenía 24 años. Según Pearce, lo escribió la misma noche que la conoció, como consecuencia de lo que fue un amor a primera vista, que duraría toda su vida. Aunque he buscado la versión original, no la he encontrado. Ofrezco la versión de Álvaro de Silva, p.116.

Los versos de GK necesitan tener al lado el original, para poder ver la fuerza del ritmo y la sonoridad de la rima. Pero el amor que expresan se entiende en cualquier lengua:

Con qué esmero te hizo Dios:
apartó para ti una estrella,
la tiñó de verde con campos de oro
y le puso el sol como aureola;
la llenó de reyes, pueblos, naciones,
y te hizo a ti, con mucho esmero.
Toda la naturaleza es el cuaderno de Dios,
sus toscos bosquejos para ti.

Con qué poder te hizo Dios, mi amor:
sacó sus manos de su descanso
y encendió la estrella de oriente y poniente
calentando en la oscuridad una paloma.
Con qué poder te hizo Dios, mi amor.

Con qué paciencia te hizo Dios, mi tesoro:
de entre todas las estrellas escogió una estrella
la pintó de rojo con la puesta de sol
y verde con saludos para tus pies.
Con qué paciencia te hizo Dios, mi tesoro.

Influencias de GK: Gertrud Von le Fort

Gertrud von Le Fort (1876-1971) es una gran escritora alemana, oriunda de Francia -como indica su nombre-, perteneciente a una familia hugonote que tuvo que salir del país tras la revocación del Edicto de Nantes. En 1926 se convirtió al catolicismo. Además de novelista, es poeta y ensayista, como corresponde a una excelente formación universitaria. La calidad de sus obras la llegó hacer candidata al Premio Nobel. Acabo de releer la breve pero extraordinaria La última del cadalso (1931)inspiradora de la conocida Diálogos de carmelitas, de Bernanos.

La historia de las monjas de un convento parisino durante los años de la Revolución francesa y su trágico destino le proporciona la ocasión de retratar unos personajes femeninos espléndidos, de esos que expresan los diversos modos de la acción de la gracia en los seres humanos, y que hacen merecedora a una escritora de la etiqueta de católica -cualquier cosa que signifique eso. Además, personalmente, me ha fascinado la forma de hacer reflexiones sobre los tiempos convulsos y los comportamientos humanos consiguientes, que la misma autora estaba a punto de vivir poco después bajo el nazismo. No en vano era discípula de Ernst Troeltsch, un importante filósofo y historiador de la religión alemán, muy conocido en sociología.

Pues bien, aquí entra Chesterton: una de sus frases más citadas es que ‘el mundo moderno está hecho de las ideas cristianas que se han vuelto locas’. Esta frase procede de Ortodoxia (Párrafo 03-02), y la formulación original dice:

Pudiéramos decir que el mundo moderno está poblado por las viejas virtudes cristianas que se han vuelto locas. Y se han vuelto locas, de sentirse aisladas y de verse vagando a solas.

Parece lógico y comprensible que Gertrud von Le Fort, conversa católica, hubiera leído los libros de GK, de gran influencia en el mundo occidental por esos años. La pregunta es ¿puede ser ella la causante de la alteración que sufrieron las palabras de Chesterton al difundirse? Naturalmente, la respuesta no es importante, pero vale la pena leer el fragmento en el que aparece la relación, no sólo por advertir la influencia, sino porque constituye uno de los más hermosos y sintéticos retratos de la modernidad:

«Querida, usted y yo hemos saludado esta nueva aurora de la humanidad y ¡cuán cruel ha sido nuestra decepción! Porque lo terrible, no es que los instintos desordenados conduzcan a situaciones caóticas cuando las ideas descarriadas desencadenan las pasiones y el crimen; lo trágico y verdaderamente terrible de la humanidad es que los ideales más nobles (¿eran otra cosa la libertad y la fraternidad?) puedan convertirse en un momento dado exactamente en sus contrarios. Esto no significa, naturalmente, que todos nuestros ideales fuesen falsos, pero significa, sin embargo, que esos ideales eran insuficientes» (pp.69-70).

Más sobre la economía y el mundo de hoy

Continúa el argumento de GK sobre la aproximación del capitalismo al socialismo, que compongo seleccionando unos textos del párrafo 02-06 de Outline of Sanity. El punto de partida –decíamos el otro día- era la apelación a salvar las empresas porque son servidoras de lo público:

«Si los obreros deben seguir trabajando porque son servidores de lo público, sólo puede deducirse que deberían ser servidores de la autoridad pública.
Si el Gobierno debe obrar en beneficio de lo público, y no hay más que decir, entonces es evidente que el Gobierno debería encargarse de todo el asunto, y no hay más que hacer […]
[Si] hay que considerar solamente lo público, el Gobierno puede hacer lo que le plazca siempre que considere lo público.
Presumiblemente puede hacer caso omiso de la libertad de los empleados y forzarlos a trabajar, tal vez encadenados. También es presumible que puede hacer caso omiso del derecho de propiedad de los empleadores y pagar al proletariado, si fuera necesario, con lo que saca de los bolsillos de aquéllos.
Todas estas consecuencias se siguen de la doctrina altamente bolchevique que cada mañana pregona la prensa capitalista».

Para GK, capitalismo y socialismo son pues la misma cosa, y ambos nos gobiernan, por fortuna sin llegar a los extremos que llega a plantear. Desde luego, esta visión de la realidad política y económica ya la había manifestado en Lo que está mal en el mundo, hablando de Hudge y Gudge, el Gran Gobierno y el Gran Negocio. Como señala Luis Daniel González, son «dos grandes aliados aunque las apariencias digan otra cosa. Eso se nota, sobre todo, en que mientras vemos al segundo crear un modo de vida muchas veces incompatible con una vida familiar ordenada, el primero afirma que la familia como institución es algo que se debe superar» –y para eso basta ver las leyes vigentes sobre la familia…

Para otro día, la propuesta distributista de Chesterton y sus amigos.

GK y la economía de hoy

Estamos analizando en el Chestertonblog The Outline of SanityLos límites de la cordura– la obra de GK más adecuada para entender la crisis económica actual. Chesterton no es economista, lo que tiene la ventaja de que escribe –aunque con profundidad no exenta de complejidad- para un público no especialista, y analiza una a una las contradicciones del capitalismo.

El texto está escrito en 1925, cuatro años antes del crack del 29, que supuso el fin del capitalismo liberal y la entrada de los gobiernos en economía. Iremos explicando su visión de la situación. Pero para empezar puede servir este fragmento, en el que GK advierte de cómo se está transformando el capitalismo, con unos argumentos de rabiosa actualidad:

Lo más extraordinario es que su exposición [la de los capitalistas] tiene que echar mano de la retórica del socialismo. Dice simplemente que los mineros o los obreros ferroviarios deben proseguir su trabajo ‘en beneficio público’.

Nótese que los capitalistas ya no usan nunca el argumento de la propiedad privada. Se limitan por completo a esta especie de versión sentimental de la responsabilidad social general.

Resulta divertido leer lo que dice la prensa capitalista sobre los socialistas que abogan sentimentalmente por gentes ‘fracasadas’. Y ahora el argumento principal de todo capitalista en toda huelga es el de que él mismo está al borde del fracaso (OS, 02-05).

Aunque este último párrafo suene algo pasado de moda, estamos ante la manifestación de cómo el capitalismo ha cambiado su fuente de legitimación social: primero era la defensa de la propiedad privada y el éxito personal. La responsabilidad social ante un sistema que se hundía fue la apelación para que los gobiernos intervinieran, y además de crear el Estado del bienestar, salvaron al capitalismo. Tras la Segunda Guerra Mundial, la capacidad de crear riqueza y bienestar constituyó una excelente fuente de aprobación social: todo estaba en su sitio otra vez…

Pero cuando la crisis atenaza de nuevo, el argumento suena fuerte otra vez: no se puede dejar caer a los bancos, no se puede dejar caer a las empresas, hay que intervenir para salvar la economía… y no sigo, porque los argumentos –y la experiencia- la tenemos todos muy presente.

Pero así se cumplió otra realidad que GK había atisbado a principios del siglo XX: que capitalismo y Estado moderno están hechos el uno para el otro.

Continuará.

Sentir o decir/decir o sentir

Una tarde apacible del generoso y primaveral otoño granadino. Los gritos de mis dulces nietas llenando el ambiente de sosiego y armonía. un libro benigno y reparador con un inquietante título, «Los límites de la cordura». El recuerdo de los ideales épicos y liberales de la niñez.

CKChesterton, escondido en la espesura del pasado dichoso, observa y escucha sus palabras: «No pertenezco al tipo de hombre riguroso que prefiere expresar correctamente lo que no quiere decir, antes que expresar inmediatamente lo que desea decir».

Juego de palabras. Aparente oscuridad. Dificultad de comprensión. Obstáculos todos que nos impiden acercarnos al exacto significado de las palabras. más si están trufadas de fingidas ironías, que parecen no venir a cuento: » al tipo de hombre riguroso».

¿Significados retorcidos, nebulosos, imprecisos? ¿Galimatías? ¿Opacidad premeditada? No. Chesterton, como maestro del tropo, nos atrae sugestivamente al conocimiento de la verdad. El autor,  Chesterton, hombre veraz y luchador por la verdad, nos regala significados de integridad moral. En tan breves palabras nos da la importancia que para él tiene la verdad. Es una veracidad de caballero. Una veracidad a prueba de martirio, como nuestro Quijote. Una veracidad épica, nacida de un sentimiento aristocrático.

Con estas estructuras de expresión escrita, GKC – paradoja, ironía, juego de palabras- nos conquista, una vez más, con un  texto enfatizado e inteligente. Y con las distancias lógicas, el escritor nos pone en contacto con otro escritor veraz. Francisco de Quevedo en su atrevida Epístola Satírica y Censoria, sentencia:

          «¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?

          «¿Nunca se ha de decir lo que se siente?

Los gritos de felicidad de mis nietas caminan al paroxismo. Yo, cargado de paz y en calma, cierro el libro. Y me quedo, acompañado de Chesterton, en los límites de la cordura.

Chesterton, entre la sociología y la filosofía

GK es difícil de encasillar, no sólo por su tamaño, sino por su versatilidad. A mí que soy sociólogo, me fascina por su capacidad de ver el mundo de hoy… hace 100 años. Sé que no está considerado como tal, aunque lo que me da GK es una roca sólida sobre la que apoyar mi forma de ver el mundo, que ya perfilaré con lo que sé de otros sociólogos. Pero me parece que es filósofo, y de primera. O quizá las dos cosas, lo que en mi área se llama precisamente sociología del conocimiento y de la cultura, que quizá sea una etiqueta que le puede sentar bien a su medida. Aunque Chesterton es tan grande que tiene espacio para colocarle muchas etiquetas…

Como muestra del dominio de los dos campos, este texto de uno de los mejores artículos de GK, ‘El restablecimiento de la Filosofía ¿Por qué?’, contenido en El hombre corriente, una selección que se está haciendo mi favorita.

La filosofía es sólo pensamiento que ha sido pensado. A menudo es muy aburrida. Pero el hombre no tiene alternativa, excepto sufrir la influencia de pensamientos que han sido pensados y no sufrir la influencia de pensamientos que no han sido pensados. Esto es lo que comúnmente llamamos cultura y civilización hoy en día. Pero el hombre siempre sufre la influencia de alguna clase de pensamientos, los propios o los de algún otro; los de alguien en quien confía o los de alguien de quien nunca oyó hablar; pensados de primera, segunda o tercera mano; pensados a partir de desacreditadas leyendas o de rumores no verificados; pero siempre algo con la sombra de un sistema de valores y una razón para su preferencia. El hombre siempre examina todo por medio de algo. La cuestión aquí es saber si alguien examinó alguna vez el examen.

Queda pendiente volver sobre filósofos y detectives

Libros de detectives, libros de filosofía

Quizá Chesterton no ha terminado de ser aceptado entre los filósofos por decir cosas como ésta:

Cualquiera que tenga una educación sólida disfruta con las novelas de detectives, y hay incluso varios aspectos en los que éstas poseen una sana superioridad sobre la mayoría de los libros modernos. Una novela de detectives describe por lo general a seis personas vivas que discuten sobre cómo pudo morir alguien. Un libro de filosofía moderno describe por lo general a seis muertos discutiendo como es posible que alguien siga con vida.

Esta chestertonada se encuentra en El detective divino, de la estupenda compilación Cómo escribir relatos policíacos, p.61.

Chest’art: un género nuevo aplicado a GK

La Sociedade Chesterton Brasil tiene en su blog un género artístico-filosófico-visual muy divertido: los Chest’artimágenes con dibujos, fotos, caricaturas sobre Chesterton o alusivas a él, con alguna frase suya. Demuestran gran originalidad creativa, pero sobre todo es una gran labor de documentación de imágenes de Chesterton: algunas pueden ser nuevas, pero muchísimas son antiguas, integradas en esta simpática expresión artístico-filosófica, muy del estilo de GK.

Chest'art 47 Brasil Cuentos de hadas

La Sociedade Chesterton Brasil está compuesta por un gran plantel de expertos, muchos de ellos profesores y tiene una excelente página web, muy variada y rica en contenidos: noticias, traducción directa de artículos y ensayos, venta de libros de Chesterton, vídeos y audios, organización de actividades, además de una buena lista de enlaces a otras webs chestertonianas.

Además de la original serie de Chest’art, reúne un gran listado trabajos sobre GK realizados en Brasil (con sus enlaces) que demuestra que en España estamos a años luz de otros países en conocimiento de Chesterton.

Chest'art 21 Brasil Mente abierta

Chestertonada en portugués

«The Outline of sanity»: Un debate como introducción

La mejor manera de introducir a The Outline of Sanity es organizar un debate sobre su nombre, en el que espero que se impliquen cuantos la hayan leído y contribuyan a enriquecerlo.

 Tengo noticia de tres nombres diferentes:
  +Perfil de la cordura es el título de la edición argentina que maneja Sada, que en español de España suena un tanto a retrato.
+Esquema de la cordura
es la traducción que hace Luis Ignacio Seco, basándose la versión española del libro de Maisie Ward. 
  +La traductora del libro de Pearce en la edición de Encuentro simplemente, no lo traduce, puesto que en ese momento no había en España una traducción disponible, y mantiene el título original.
  +Los límites de la cordura es la edición española de El buey mudo (2010), traducido por María Raquel Bengolea.

Hagamos un análisis semántico, atendiendo a las dos palabras que lo componen:

Outline: según los diccionarios que pueden encontrarse en Internet significa contorno, perfil, esbozo, boceto, guión, borrador, descripción general… Se puede entender por tanto, que es un retrato –o cualquier otra imagen- a grandes trazos, sin concluir, sin terminar los detalles.
  +Por eso, la traducción que más apropiada me parece que sería la de esbozo, plan general.
  +Límites, sin embargo, no termina de ser mala, porque –entiendo yo- que viene a querer decir que hay un marco razonable y más allá de ese marco, perdemos la cordura. Es una solución creativa. Ahora bien, ¿se ajusta a lo que quería decir GK?
  +Por otra parte, está claro que el libro no es un libro de propuestas concretas, sino de ideas para la organización del mundo, y su justificación, aunque –como se ve obligado a tomar las referencias del mundo existente- la mención crítica de capitalismo y comunismo es constante.

Sanity es la palabra clave, pero no sólo de este libro, sino de todo Chesterton, así que resolverla en dos líneas resultaría pretencioso. Pero ahí va una reflexión:
  +Cordura la veo como opuesta a locura: es cierto que la lunacy es una referencia constante en los escritos de GK, pero a mí me resulta pobre: a GK le encanta jugar con el par cordura-locura y aplicárselo a sí mismo, por lo que no lo veo la traducción conveniente. Y además, como título resulta poco periodístico.
  +Sensatez me parece la palabra correcta en castellano: la persona que la tiene actúa correctamente, no en sentido moral ni racional sino vital, hace lo que tiene que hacer para vivir la vida -ese tesoro inigualable- de la mejor manera posible, es decir, sensatamente.
  +Sanity es la palabra clave en Chesterton, y estoy convencido de que significa mucho más que sensatez: es toda una actitud ante la vida que implica a la totalidad de la persona. Todo lo que pretendía con sus escritos es fomentar en los lectores ese equilibrio sobre el que aún no me siento preparado para escribir: describir bien la sanity en GK es uno de mis sueños. Quizá por eso hay tantas entradas en el Chestertonblog marcadas con esa etiqueta, porque la veo en todos sus escritos.
  +Pero si lo aplicamos al texto que estamos tratando, encontramos una cierta diferencia con respecto a la mayoría de los escritos de GK, puesto que sanity se usa aquí en un sentido social. Esto tampoco es ninguna novedad en Chesterton: el mundo está como está porque las personas están perdiendo el sentido común, dirá una y mil veces el propio GK. Pero Chesterton es optimista: lo que los seres humanos han tenido una vez pueden volver a recuperarlo: ésa es la tesis del primer capítulo de The Outline of Sanity, y de todo el libro, por utópico que suene.
  +Los lectores de GK habrán visto con frecuencia la palabra atmósfera en sus escritos. Pues bien, la segunda traducción de esa palabra es ambiente, y en mi opinión, ésa es la acepción correcta de la palabra, y me remito a obras como Ortodoxia o El hombre eterno, donde continuamente aparece con ese sentido. Es decir, vivimos en un ambiente enrarecido, y hay que recuperar la sanity colectivamente.

Eso es The Outline of Sanity: en la medida en que la organización socioeconómica se organice según un determinado orden social, será más fácil recuperar un ambiente de sensatez, cordura, sentido común… En suma:
  +O bien la obra trata de exponer unos principios convenientes que guíen lo que tenemos que hacer, a modo de esbozo general.
  +O bien la obra describe lo que está ocurriendo, cómo hemos llegado a superar determinados límites.

Y ahora toca necesariamente dar mi opinión personal -mi propuesta de título– tras esta larga discusión:

  +El límite de la sensatez: aunque la obra tiene un contenido teórico, la referencia que guía a los distributistas es el ideal en el que los seres humanos se desenvuelven en un ambiente de pequeña propiedad y sana libertad: esto es lo que ha desaparecido, es la barrera que se ha roto, el límite que ya se ha sobrepasado.
  +Sin embargo, guardo un as en la manga, que voy a poner sobre la mesa, en forma de unas palabras de GK que aclaran bastante el sentido.

Estos nuevos sabios no esperan que el hombre corriente pueda gobernar su casa, y con absoluta certeza no quieren que gobierne el Estado […] Sólo nosotros tenemos derecho a llamarnos demócratas. Ésta es nuestra opinión y el bolchevismo y el capitalismo coinciden absolutamente en defender la opinión contraria. […] Nosotros al menos conocemos la sensatez, aunque sólo sea en sueños, mientras que ellos avanzan encadenados para siempre a un crecimiento sin libertad y a un progreso sin esperanza (GK’s Weekly, número 1, 21.III.1925)

  +A la vista de estas palabras, el título que probablemente escogiera –si no tuviera más remedio que elegir uno- sería Esbozo de sensatez, para ser fiel al pensamiento de GK.
  +Pero como no tengo que traducirlo obligatoriamente, en el Chestertonblog no vamos a traducirlo. Si hay que referirse a alguna versión concreta, lo haremos con el nombre que le hayan dado sus editores, lógicamente. 

Bienvenidos a The Outline of Sanity, con nuestros mejores de deseos de que se formen su propia opinión.